¿QUÉ IMPUESTOS PAGA UNA EMPRESA EN ESPAÑA?

Cuando se trata de gestionar una empresa en España hay una serie de obligaciones empresariales que no se pueden pasar por alto. En este post hablaremos de las obligaciones tributarias que tiene que cumplir una empresa. Concretamente, desglosaremos de manera clara y concisa los impuestos más relevantes que una empresa debe pagar en España.
Si alguna vez te has preguntado qué impuestos afectan a tu empresa y cómo puedes asegurarte de cumplir con las principales obligaciones tributarias, estás en el lugar correcto.
Ten en cuenta que desde las pequeñas hasta las grandes empresas deben rendir cuentas ante Hacienda. Nadie se libra de pagar impuestos.
¿Cuáles son los principales impuestos de una empresa?
Desde el Impuesto sobre Sociedades hasta el IVA y los impuestos regionales o autonómicos, el panorama tributario español puede parecer complejo y abrumador para muchos empresarios.
Cada tributo tiene un planificación y gestión particular, por lo que es conveniente conocer los detalles de cada uno de manera independiente para cumplir con la obligación en tiempo y forma evitando posibles sanciones elevadas.
Además de conocer los plazos y la forma de cumplir con las obligaciones tributarias, es importante conocer las deducciones y los beneficios fiscales disponibles para lograr una mayor optimización fiscal (“ahorro”).

El Impuesto sobre Sociedades (IS) es un tipo de tributo directo que grava la renta de las empresas (entre otras entidades). Dicho de otro modo, hablamos de un impuesto que fija cuánta recaudación se lleva Hacienda de los beneficios de una empresa.
En el régimen general del IS no se establecen diferentes categorías de renta, ya que esta se obtiene a partir del resultado contable. De ahí que para para poder gestionar este impuesto de manera correcta sea imprescindible llevar una contabilidad minuciosa y al día (Ver: Cómo llevar la contabilidad de una PYME).
Con respecto a quiénes están obligados a pagar este impuesto, la Ley señala expresamente que serán contribuyentes del impuesto, cuando tengan su residencia en España, las personas jurídicas, excluidas las sociedades civiles que no tengan objeto mercantil. Los contribuyentes con personalidad jurídica más conocidos en el panorama español son las sociedades mercantiles.
Tal y como sucede con la mayoría de los impuestos, también a quien no tiene la obligación de pagar este impuesto, como por ejemplo el Estado, las Comunidades Autónomas, las entidades locales o las Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la Seguridad Social.
En cuanto al plazo para presentar este impuesto, a diferencia de lo que sucede con otros tributos, la declaración del IS no tiene un plazo de presentación único para todos los contribuyentes, sino que cada empresa tiene su propio plazo, en función de la fecha en que concluya su período impositivo.
La declaración se presentará con carácter general en el plazo de los 25 días naturales siguientes a los seis meses posteriores a la conclusión del período impositivo.
Es decir, cuando se trate de empresas cuyo ejercicio económico coincida con el año natural, el plazo de presentación de la declaración del IS queda fijado en los 25 primeros días naturales del mes de julio.
Para la declaración del IS se utiliza con carácter general el modelo 200. No obstante, existe un modelo de declaración específico para el régimen de consolidación fiscal, el conocido modelo 220.
La presentación de ambas declaraciones debe realizarse obligatoriamente por vía telemática a través de internet.

Impuesto valor añadido
Al igual que el IS, el IVA es uno de los impuestos más importantes. Hablamos de un impuesto general que grava todo el consumo de bienes y servicios producidos o comercializados desde el desarrollo de actividades empresariales o profesionales.
Concretamente, grava tres operaciones distintas:
las entregas de bienes y las prestaciones de servicios realizadas en todas y cada una de las fases correspondientes de la cadena de producción o comercialización.
Las adquisiciones intracomunitarias de bienes.
Las importaciones de bienes.
Una de las principales características del IVA es que el impuesto recae en el consumidor final. La función de la empresa en el proceso es la de hacer de “intermediario” entre Hacienda y este consumidor final.
La declaración trimestral del IVA se presenta a través del modelo 303, el cual lo deben presentar aquellas empresas que hayan recaudado a través de las facturas que han emitido. Se presenta de forma trimestral y luego, al final del ejercicio anual, se acompaña de un resumen anual a través del modelo 390.
El objetivo principal del modelo 303 es informar a la Agencia Tributaria sobre las operaciones gravadas con IVA que ha realizado la empresa durante un trimestre natural.
Los plazos para presentar esta declaración son generalmente en el mes siguiente al final de cada trimestre, siendo el plazo más común del 1 al 20 de abril, julio, octubre y enero.
Para entender bien el funcionamiento de este impuesto, hay que distinguir dos aspectos:
Por sus ventas o prestaciones de servicios, repercuten a los adquirentes o destinatarios las cuotas del IVA que correspondan, con obligación de ingresarlas posteriormente en las arcas públicas.
Por sus adquisiciones, soportan cuotas que tienen derecho a deducir en sus autoliquidaciones periódicas. En cada liquidación, se declara el IVA repercutido a los clientes, restando de éste el soportado en las compras y adquisiciones a los proveedores, pudiendo ser el resultado tanto positivo como negativo.
Si el resultado es positivo, debe ingresarse. Si es negativo, con carácter general, se compensa en las autoliquidaciones siguientes.
Ejemplo práctico de IVA en empresas
1 – Cuando el consumidor compra un producto o contrata un determinado servicio abona una determinada cantidad en concepto de IVA.
2 – Este impuesto se añade al precio del producto o servicio y representa un porcentaje del valor total. Por ejemplo, si el IVA es del 21%, y el consumidor compra algo por 100 euros, el precio final es de 121 euros (100 euros del producto + 21 euros de IVA).
3 – Las empresas son las encargadas de recaudar el IVA de sus ventas para más tarde pagarlo al Estado.
4 – A su vez, estas empresas también pueden deducir el IVA que han pagado al comprar bienes y servicios relacionados con la actividad que desarrollan (por ejemplo, una tienda de ropa necesita comprar algodones a un proveedor).
5 – Esto se conoce como «IVA soportado» y se resta del IVA que han recaudado en lo que venden al consumidor final. La diferencia es lo que deben pagar al Estado o, en algunos casos, pueden recibir un reembolso si el IVA soportado es mayor que el recaudado.
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En tercer lugar, encontramos el IAE, un impuesto que se aplica por la realización de actividades empresariales, profesionales o artísticas.
¿Qué empresas están obligadas a paga este impuesto? Las entidades que realicen una o varias actividades económicas en territorio español y, el importe neto de la cifra de negocios (INCN) sea igual o superior a 1 millón de euros. El modelo que se tiene que presentar es el 840 o el aprobado por la entidad local correspondiente.
Al igual que ocurre con otros impuestos, hay quienes no tienen la obligación de pagar este tributo: el Estado, las Comunidades Autónomas, las entidades locales, las personas físicas…
Tributos propios de cada Comunidad Autónoma o ayuntamiento
Además del IS, el IVA y el IAE, hay que tener en cuenta que las Comunidades Autónomas tienen capacidad para crear impuestos propios. Estos tributos son impuestos que paga una empresa, tasas e incluso contribuciones especiales en función de la situación geográfica y empresarial
En la mayoría de las ocasiones, estos impuestos autonómicos o locales suponen un verdadero quebradero de cabeza para los empresarios ya que, además de los impuestos estatales, también deben tener en cuenta, analizar y estudiar los impuestos que puedan establecer su respectiva CCAA o ayuntamiento.

Impuestos especiales y medioambientales
Existen ciertos tributos que las empresas deberán abonar en función de la actividad empresarial a la que se dediquen. En general, hablamos de impuestos que están destinados a mitigar el cambio climático y a promover un uso sostenible de los recursos.
Por ejemplo, en este grupo destaca el Impuesto sobre envases de plástico no reutilizables, o los impuestos especiales de fabricación: alcohol, tabaco e hidrocarburos.
Si tu empresa realiza actividades relacionadas con el medio ambiente, quizá te pueda interesar hablar con un asesor fiscal para que te oriente y asesore en caso de que tengas que cumplir con alguna de estas obligaciones tributarias.
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¿Qué impuestos paga una PYME en España?
Suponiendo que hablamos de una PYME que solo opera en España, los impuestos más importantes que tienen que abonar son similares a los que pagaría una “gran empresa”: estos son, el IVA, el IS y el IAE (en caso de que se superen los límites establecidos).
¿Qué impuestos debe pagar una Sociedad Limitada?
En general, salvo excepciones de la actividad económica que realice la sociedad limitada:
Debe declarar de forma trimestral tanto el IVA repercutido como el soportado (como hemos comentado anteriormente, a través del modelo 303 y 390)
En caso de que la SL venda o adquiera productos o servicios a otros países de la UE, también deberá presentar el modelo 349. Además, en caso de que la empresa supere ciertos límites también deberá presentar la declaración estadística Intrastat.
Las SL también deben abonar el Impuesto sobre Sociedades.
Si la SL tiene trabajadores contratados, deberá gestionar el IRPF de cada trabajador a través del modelo 111 para que se realice el pago a Hacienda de las retenciones que se le practican a los trabajadores.
Si la SL factura más de 1 millón año también deberá abonar el IAE.
Si la SL realiza operaciones con terceros por un importe superior a 3.005,06 euros, deberá presentar anualmente el modelo 347.

¿Por qué pagan impuestos las empresas?
En primer lugar, porque los impuestos son la principal fuente de ingresos con la que cuenta el Estado para hacer frente a los gastos públicos.
En general, los impuestos a las empresas surgen como consecuencia del ejercicio de una actividad económica, y suelen gravar la posesión o generación de riqueza de las empresas.

¿Cuáles son los principales modelos de impuestos de las empresas?
IVA: Modelo 303 y 390
IS: Modelo 200, 202, 206, 220 y 222
IAE: para darse de alta en este Impuesto hay que rellenar el modelo 030 o 037 (declaración censal)
Retenciones e ingresos a cuenta del IRPF: Modelo 111.
En su caso, la Declaración anual de operaciones con terceras personas: Modelo 347
En el caso de que se vendan o adquieran productos o servicios a otros países de la UE: Modelo 349.
En el caso de operaciones con personas o entidades vinculadas: Modelo 232
Estos son solo algunos de los principales modelos de impuestos que las empresas deben cumplimentar en España.
Es importante tener en cuenta que existen otros modelos y declaraciones adicionales que pueden aplicar según las circunstancias particulares de cada empresa y su actividad económica.

¿Qué pasa con las empresas que no pagan impuestos? Evasión Fiscal
La evasión fiscal es una práctica que consiste en ocultar ingresos, bienes o información a Hacienda con el fin de pagar menos impuestos de los que por Ley una empresa debería pagar.
Las consecuencias de no pagar impuestos dependerán de cada situación, de la cuantía y del tipo de tributo en cuestión: pueden ir desde multas de Hacienda hasta pena de prisión.La evasión fiscal está recogida en el Código Penal, el cual enumera diferentes acciones que son consideradas fraude contra la Hacienda Pública y Seguridad Social:
Eludir el pago de impuestos obligatorios.
Omitir cantidades que han de ser retenidas.
Se indica pena de prisión de entre 3 meses y un año o una multa, de 3 veces lo defraudado, si la cantidad supera los 10.000€.
Se establece pena de prisión de 1 a 5 años si la cantidad eludida supera los 120.000€, además de una multa de 6 veces lo defraudado.

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