DESCUBRE LOS SECRETOS DEL IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES

¿Alguna vez te has preguntado cómo el Impuesto sobre Sociedades (IS) puede afectar a tu empresa? Si eres propietario de un negocio, es fundamental comprender los aspectos clave de este tributo tan conocido.
Ya sea en una pequeña startup, en una mediana empresa en crecimiento o incluso en una gran corporación, este impuesto desempeña un papel fundamental en la estructura financiera de una organización.
Recuerda que el conocimiento es poder, y estar bien informado sobre el Impuesto sobre Sociedades te permitirá tomar decisiones financieras más sólidas y efectivas.
¿Qué es el Impuesto sobre Sociedades?
Hay que partir de la base de que una de las manifestaciones más potentes de la capacidad económica que tiene una persona o una empresa es la renta que obtiene durante un determinado periodo
¿Conoces el IRPF, verdad? Es un impuesto que grava la renta obtenida por una persona física en concreto.
Pues bien, cuando la renta es obtenida por una persona jurídica (por ejemplo, una empresa), el sistema tributario español fija el Impuesto sobre Sociedades para que las empresas cumplan con su obligación de contribuir para las arcas públicas del Estado.
En términos generales, las empresas que generan ingresos, ya sean por ventas de productos o servicios, alquileres, inversiones o cualquier otra actividad económica, están obligadas a presentar una declaración y pagar el Impuesto sobre Sociedades en función de sus ganancias obtenidas durante un período fiscal determinado.
¿Quién tiene que pagar el Impuesto sobre Sociedades?
El IS deben pagarlo todas las empresas y personas jurídicas. Se incluyen dentro de este abanico toda clase de entidades, cualquiera que sea su forma o denominación, a excepción de las sociedades civiles que no tengan objeto mercantil. También tiene que abonar este impuesto determinadas entidades sin personalidad jurídica, como por ejemplo los fondos de inversión.
En este sentido, es importante tener en cuenta que lo que determina la sujeción al IS es el hecho de residir en España. Una empresa es considerada residente en España si concurren alguno de los siguientes requisitos:
Cuando se ha constituido según las leyes españolas.
Cuando tiene su domicilio social en España.
Cuando tiene su sede de dirección efectiva.
Si continuamos hablando de territorio, también es fundamental saber que las empresas contribuyentes en España deben tener un domicilio fiscal que sirva como punto geográfico a efectos de poder relacionarse y de intercambiar información con la Administración tributaria.
Entidades exentas y parcialmente exentas
Por otra parte, hay entidades que están parcialmente exentas del IS. Por ejemplo, aquellas que opten por aplicar el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos. En esta ocasión, hablamos de entidades que tienen la obligación de declarar por la totalidad de sus rentas, tanto exentas como no exentas (fundaciones, asociaciones de utilidad pública, etc.)
Aparte, existen organismos que directamente no están obligados a declarar (el Estado, las Comunidades Autónomas, las Entidades Locales, el Banco de España, etc.).

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